Las Rocosas
Las Rocosas
En el corazón de Las Rocosas se encuentran tres de los parques nacionales más impresionantes: Jasper, Banff y Yoho. Estos parques no sólo albergan cumbres que tocan el cielo, sino también un mosaico de lagos cristalinos que reflejan sus cimas nevadas. Desde el etéreo azul del Lago Moraine hasta la serena belleza del Lago Emerald, cada lago cuenta su propia historia milenaria.
Más que un simple punto de partida, Jasper es un portal hacia la naturaleza virgen. Aquí, puedes aventurarte en el Cañón Maligne, un cañón de profundos cortes y cascadas rugientes, o esquiar por sus pendientes nevadas durante el invierno.
No puedes decir que has experimentado Las Rocosas sin visitar los pináculos de Hoodoo, formaciones rocosas únicas que parecen sacadas de un paisaje de ciencia ficción. Y, por supuesto, el Lago Moraine, a menudo apodado el «diamante del desierto», es una joya que brilla con un intenso azul turquesa, especialmente impresionante desde el mirador del Lago Louise.
Para los entusiastas de la naturaleza, Las Rocosas ofrecen más que paisajes; es un refugio para una variada y rica fauna. Desde las majestuosas orcas que surcan las aguas cercanas hasta los imponentes alces que recorren los bosques, pasando por los lobos grises que acechan en las sombras y los osos, tanto negros como grizzly, que son la esencia misma de la vida salvaje norteamericana. Sin olvidar las águilas que planean en el cielo, vigilantes de estos dominios montañosos.
Al planificar una visita a Las Rocosas, estás no sólo eligiendo un destino, sino embarcándote en una experiencia que te conecta con la tierra y su historia natural. ¡Descubre, explora y sumérgete en la majestuosidad de Las Montañas Rocosas!
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